5 junio, 2017

Rehabilitación

Rehabilitación de la propiocepción

Consideraciones generales

Presentamos un plan de rehabilitación de la propioceptividad como parte del tratamiento posterior a lesiones de las extremidades inferiores como esguinces de tobillo y rodilla, roturas, cirugía, artroscopias, etc.

Podemos comenzar la rehabilitación de la propiocetividad de la extremidad inferior una vez superada la fase aguda de la lesión, tras pasar la fase inflamatoria.

En casos de esguinces leves, Grado I, podemos empezar después de las 48h inicales a realizar ejercicios de manera muy muy suave, sin sobrecargar ni generar dolor alguno.

A medida que avanzamos en la realización de los ejercicios, siempre y cuando no haya dolor y haya evolución positiva, aumentaremos la dificultad, la duración y la intensidad de estos ejercicios sin llegar a la fatiga.

En los primeros días y siempre que presente inflamación y aumento de dolor posterior a la realización de los ejercicios aplicaremos crioterapia (frío local 15-20 min) al finalizar la sesión con objetivo de disminuir la inflamación y generar analgesia.

Podemos utilizar el Pielaster con vendaje funcional o kinesiotaping aplicado, siempre y cuando no forcemos.

Al realizar los ejercicios focalice su atención en las sensaciones que recibe del tobillo, la atención en la percepción del tobillo ayuda a que los circuitos neuronales se activen y la respuesta musculo-ligamentosa sea más eficaz.

Realice los ejercicios de manera suave, relajado y atendiendo la respiración.